Peña "Los Patitos": noviembre 2009

Probando probando,... Buenas noches a todos familia y amigos: Soy el padre en cuestión; ahora se cumplen dos días de vida de mi hija Zoe Martín Suárez y deseo aquí exponeros un poco lo que aconteció el día de marras, aunque mucho me temo que no podré hacerlo con la intensidad, viveza y realismo que merece tal acontecimiento, puesto que las palabras serán siempre limitadas y aún mucho más, pos la parquedad de las mías en propiamente mías. Pero poco más o menos así se podría resumir nuestra magnífica e inolvidable experiencia:

Creo ser consciente que ya prácticamente todos, sabéis el hecho, de que Cati y yo optamos por la modalidad del parto en casa. Algo que a priori se puede antojar un tanto arriesgado y atrevido, en realidad, profundizando en el tema, no sólo no sentimos miedo en ningún momento sino que además se ha convertido, sin duda, en la vivencia que jamás el tiempo podrá borrar y que nos ha definido una marca del antes y después en pro de una vida más natural y más acorde con ella misma.

El parto se podría definir como breve pero la ostia (con perdón) de intenso.

Comenzó en serio a eso de las 1700 horas, del día seis de noviembre como ya más o menos todos sabéis, y acabó con el llanto más hermoso y enérgico que podáis imaginar, a las 2025 exactamente.
Un parto consta de tres fases fundamentalmente, bien definidas.
La primera, con La Gran protagonista de excepción, Cati, que paulatinamente, fue encajando, acometida tras acometida de contracciones que no podré nunca ni imaginar, ni ganas, de intensísimo dolor que se sucedían una tras otra de manera aguda al repetirse al principio cada 5 minutos hasta luego, cada dos o cada uno. Con la entereza de una estoica, con coraje e inédito valor, se enfrentaba a cada contracción vital con la dignidad y arrojo de una madre que lucha por regalar la vida a una hija.
(Que por otra parte, y dicho sea esto de paso como ella siempre aseguró y nunca miente os lo puedo asegurar, "portaba en su vientre, una niña preciosa").
Por más de hora y media sin ningún tipo de queja, atisbo de lamento ni arredro; con la valentía digna de una auténtica guerrera, fue dilatando a ritmo vertiginoso, merecedor de record Guiness, el puente a la vida que con tanto esmero, elegancia y delicado amor fue tejiendo esta Madre. Para, a partir de ese entonces, ceder el valioso testigo vital a su hija que venía imitando ese mismo ejemplo con igual talante y desparpajo que tan ejemplarmente su progenitora había marcado; dando lugar de esta manera, a lo que se considera la segunda fase, donde la niña, (en este caso), debe abrirse paso por el ceñido canal, hasta alcanzar por sus medios, el final del túnel y ver por fin la luz.
Había muchos factores que hacían pensar en lo favorable de esta parte de tremendo desafío. Niña alargada y delgada, cabeza pequeña y mamá de caderas marcadas. Pero el reto que se propuso, no era físico en ese momento. Aquí comienza el primer reto de una mujer contra una mujer en este caso. Madre e hija pugnan al principio por una lucha de inconscientes, donde La Gran Poderosa cede gentilmente, tras dejar una estela de incertidumbre y por fin, paso a la promesa de vida, quien en el momento definitivo logra asomar la cabecita, para dejarse guiar por unas manos expertas que en un lance de dedos malabaristas, hábiles y sabios, reconoce con la presteza del rayo, que no existe el temido riesgo del cordón al cuello. Para proseguir a continuación con una maniobra que requiere suma pericia, tremendamente compleja y precisa de rotar la cabeza lo necesario para que acompañado y acompasado con el último y definitivo empujón, asomen los hombros de la casi recién parida.
Con medio cuerpecito fuera...del útero, básicamente ya...
Tan sólo resta una última cosa. Tan solo queda...el chispazo, el aliento de vida, la conexión divina, la punta de lanza que delimita la vida, o como lo queráis llamar, momento en que la madre, en un último esfuerzo casi sobrehumano, al borde del agotamiento, se incorpora para culminar tomando a su hija de los brazos y ayudarla en su primer paso en la vida y expulsar el resto del cuerpecito sonrosado y frágil, fundiéndose ésta última en un grito de tremenda fuerza y potencia, acompañado de un dulcísimo llanto de vida, coincidente con el preciso momento del definitivo e inexorable abandono, del que fue su lecho y cobijo por casi nueve meses.
Momento culmen en el que os JURO de CORAZON, me pareció OIR QUERER DECIR: MAMAAA!!!!!
En lenguaje de bebé está claro. Pero hubo muchas otras implicaciones alrededor de la parturienta y la recién llegada. Un niño que loco de alegría y emoción saltaba en la cama, no sin una gran confusión; vacilando entre frases como: ¡Tengo una hermanita! ¡Tengo una hermanita! y la contraposición del ¿Pero Papá, porqué llora mi hermanita? Claro, mensajes contradictorios se agolpaban en su pequeña mente, Si todo era normal y había salido bien a juzgar por el jolgorio y el regocijo y alegría por lo exitoso del parto.....que coño le pasaba a la niña????
No faltó el grito de la suegra que acompañó al de la nieta un segundo más tarde cargado de tremenda emoción y devoción totalmente entregada y rendida, a la trascendencia del sumo momento. Y en fin...

(La tercera fase no posee destacado interés, es la de la placenta...los puntos...) En fin, en fin, en fin, ...final feliz. Felicísimo, y solo eso. Esto lo llevo y llevamos dentro todos los que por la diosa fortuna pudimos asistir. Y es tan grande, que aunque me cabe en el pecho, pues quería compartirlo con todos vosotros, demás familia y amigos insignes, que de alguna manera formáis parte también de nuestras vidas. De esta manera: Gracias a todos una vez más. Francisco.-Javier Martín García esposo de una linda y Gran Gran Mujer y padre de dos preciosas Criaturitas. Hasta pronto...

Hola a Todos,

ahí os dejo el árbol Genealógico que he podido confeccionar hasta ahora, si alguien tiene más información, por favor que me la envie.

Saludos.

Jesús.

NOTA:

La estructura del árbol es Horizontal en lugar de Vertical (como lo serían las ramas de un árbol).
A la izquierda están los hijos y a la derecha los padres.
Los que se encuentran en la misma columna, son los matrimonios.

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ARBOL GENEALÓGICO GARCIA.

Damián

García

González

(1902) Sebastián

García

Carpio

(1870) Tomás

García

Alejandra

Carpio

María Luisa